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Efectos secundarios de colocar hilos tensores en la cara

Aunque los hilos tensores son mínimamente invasivos, al igual que cualquier otro procedimiento estético, pueden conllevar efectos secundarios y riesgos. Después de la colocación, es común experimentar leves molestias, enrojecimiento y hematomas hipodérmicos en la zona tratada que suelen desaparecer a los pocos días. Aunque es poco frecuente, pueden surgir complicaciones como infección o inflamación local. Es importante tener en cuenta que existe un límite en la cantidad de piel que puede ser levantada con éxito. Además, el efecto deseado tiene una duración más corta que el de la cirugía estética. En casos de mala praxis, puede presentarse asimetría facial, provocada por diversos factores como un uso inadecuado de la anestesia o un levantamiento incorrecto en un lado. Es esencial abordar estos riesgos con un profesional cualificado en una clínica de medicina estética de confianza.

Durante el proceso de colocación de los hilos tensores, puede surgir la eventualidad de que alguno se fracture o se extravíe bajo la piel, sobre todo durante la fase de tensado con aguja o cánula, particularmente en el caso de hilos PDO. Aun así, la destreza del especialista previene la mayoría de estas incidencias. Durante las primeras semanas, es fundamental seguir cuidados específicos y, si hay alguna rotura, contactar al médico para corregirla. Aunque es raro que se rompan, puede ocurrir durante su colocación o días después del tratamiento, lo que requiere atención inmediata para evitar riesgos. Es esencial acudir a una clínica estética profesional para evitar complicaciones innecesarias o o hilos tensores mal puestos.