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Cómo se colocan los hilos tensores

Los hilos se colocan estratégicamente para rejuvenecer el óvalo facial de manera sinérgica, siendo una alternativa eficaz al lifting quirúrgico. Este procedimiento se lleva a cabo con anestesia tópica en un entorno ambulatorio, sin incisiones ni puntos de sutura, lo que significa que no deja cicatrices. La inserción de los hilos se realiza en la capa más profunda bajo la piel, de manera estéril y precisa. Se utilizan hilos de PDO (polidioxanona), finos y equipados con pequeñas estructuras cónicas a lo largo de su longitud. Estos se colocan estratégicamente antes de ser traccionados y apretados, adheriéndose al tejido cutáneo para suspender las áreas flácidas. Posteriormente, se cortan para garantizar su seguridad e invisibilidad. La sesión de colocación en nuestra clínica de medicina estética suele durar unos 45 minutos, permitiendo a los pacientes reanudar sus actividades de inmediato.

Después de someterse al tratamiento con hilos tensores, el rostro experimenta una notable transformación. Este procedimiento está diseñado para contrarrestar los efectos del envejecimiento, la flacidez y la pérdida de colágeno, brindando resultados rejuvenecedores. La piel muestra una reducción significativa en la aparición de arrugas y una notable mejora en la firmeza, minimizando o eliminando la flacidez previa. La tracción mecánica proporcionada por los hilos mejora el óvalo facial y eleva los pómulos, mientras que el colágeno revitaliza la piel, otorgándole mayor grosor y una apariencia juvenil. El efecto lifting sin cirugía es evidente de inmediato, con resultados que continúan mejorando con el tiempo. En manos de un especialista, el resultado es una apariencia natural, radiante y rejuvenecida, adaptada a las necesidades individuales de cada paciente.